De su noviazgo no tiene historia romántica que contar, del día de bodas pocos recuerdos gratos si acaso alguno. Se casó y quedo como marea sin olas. El viento no arrastro su necesidad de amar y ser amada, ni su deseo de ser tratada con amabilidad o aceptada a pesar de sus equivocaciones. Como cuchillo, él usa las palabras, hiere todos los sentimientos, ella con su orgullo quebrantado ya sus gritos no puede soportar. Ella no pudo decir: No obligada dijo: Si. Ahora solo espera una vida calma, armoniosa equilibrada en espíritu. A su alma la alegran sus tres hijos. Pero, a solas se pregunta: ¿Qué pasó con el amor?