domingo, 1 de noviembre de 2009

Piedras

Piedras



Días de amargura y enojo
me han hecho desear
ser de piedra,
dura y fría,
entre espinas y valles,
para no percibir
sensación alguna
emoción o sentimientos,
pasar indiferente por la vida
sin que nadie o nada
perturbe mi ser.
Entonces tú,
con labios amorosos dices:
“habla, exprésate, renuévate,
no puedes vivir amargada
abre las puertas y ventanas,
verás al cielo como asoma”
Al cielo ya lo veo
en tus claros ojos azules
madre optimista, alegre,
dura pero piadosa.
Temes que las palabras
no sean suficiente
para demostrar tu cariño,
que tus palabras no lleguen
a mi corazón,
al igual que a niña mimada
una bella pulsera con piedras
de vistosos colores,
me regalas, junto a estás palabras
“El colorido de la piedras
se debe al modo
en que es reflejada la luz.
Abre puertas y ventanas
deja entrar al sol,
salir la amargura y enojo,
que producen sombras,
no vivas en penumbras,
que la vida es corta,
para vivir sin saber perdonar”






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